Ya no podemos seguir juntos. ¿Y los niños?
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se confirma la tendencia en la disminución de los matrimonios en México, ya que de 2016 a 2017 el indicador descendió 2.8%. Por el contrario, los divorcios se incrementaron 5.6% en el mismo periodo. Esto indica que en México tendemos a casarnos menos y a divorciarnos más. En 2012, los divorcios en el país, repuntaron de 99 mil a 147 mil durante el mismo periodo, es decir, aumentaron 48.3 por ciento en solo cinco años.
Quiero hablarles de este tema, ya que más de la mitad de mi consulta está compuesta por infantes cuyos padres se encuentran en estas situaciones, y ya sea que acudan a la consulta por este motivo o que sea otro el motivo, pero la separación o el divorcio es una constante.
Como padres deseamos lo mejor para nuestros hijos y el hecho de que una relación de pareja no funcione armónicamente es algo que sin duda no se le desea a nadie, por el impacto directo que tiene a los hijos siempre que existan dentro de una familia.
Ayudar a nuestros hijos a comprender la situación de separación o divorcio, es una tarea que sin duda les corresponde a ambos padres, el psicólogo, cuya función es orientar y enseñar estrategias para la resolución de problemas, puede ser un aliado, siempre y cuando como padres asuman que la responsabilidad de hablarles clara y honestamente a sus hijos acerca de lo que está pasando es solamente de ellos.
Para un hijo será trascendental la experiencia de ver a sus padres juntos hablándoles con calma de lo que ha sucedido con su familia, ya que de esta forma muchos de los miedos y ansiedades que tienden a aparecer ante esto disminuyen. Esto no solo les permitirá saber qué esperar de la situación, sino también comprender que el divorcio no es culpa de los hijos.
Mentir u ocultarles las cosas solo pueden empeorar la situación, ya que si bien, no todos los divorcios o separaciones se suelen dar en un contexto de agresión, la gran mayoría de los niños han llegado a presenciar alguna discusión entre sus padres, ya sea antes de la separación o después de ésta. El niño pasará largas horas de angustia al no ser honestos con él, tratando de comprender qué es lo que hicieron mal, o tratando de explicarse cómo será su vida en delante, si volverá a ver a su padre, si su madre estará cuando regrese de la escuela, dónde vivirá.
Si te encuentras pasando por esta situación, te sugiero hablar claro con tus hijos, tanto ellos como ustedes tienen todo el derecho de expresar lo que sienten, de hablar de la tristeza ante este cambio en la familia. Si no sabes como comenzar a hablar del tema, te sugiero que te apoyes de cuentos que se han creado expresamente para hablar de este tema, por ejemplo, “Cuando mis padres dejaron de ser amigos” de la autora Jennifer Moore-Mallinos, o también “Drilo, mamá y papá ya no viven juntos” de Marichel Roca, pero sobre todo si sientes que la situación los ha rebasado a ambos, busca ayuda de un profesional.
Autor:Moramay Serna Vázquez
FB: LIBRE. Centro de Especialistas en Psicología